“Saber escuchar a la tierra”

Creemos que la escucha implica comprender la cohesión de la mano del hombre y el paisaje, ponerse en la piel de generaciones de viticultores y llegar a entender las cualidades distintas y únicas de cada parcela. Nuestros viñedos viejos son en sí mismos un legado de conocimiento que nos sigue causando asombro y que continuamos cultivando con paciencia para protegerlo y conservarlo.

“Porque esta tierra es un regalo”

Por todo ello, respetamos el terruño y apostamos por un modelo de viticultura tradicional a través de la observación.
Las vides son tratadas sin el uso de productos sistémicos, abonadas orgánicamente, eligiendo una vendimia con bajos rendimientos donde solo se seleccionan los mejores granos y en el momento óptimo de maduración.

“Tipicidad y viñedos singulares”

Nuestro propósito es mantener intacta la identidad de cada viñedo
respetando su edad y la tipicidad de las variedades locales, apoyándonos en
una viticultura ecológica y sostenible con la menor intervención en la tierra.
A través de la recuperación de viñedo antiguo y de aquellas variedades
asentadas por décadas en nuestra tierra podemos obtener la máxima
expresividad en nuestros vinos.