Representa la solidez del concepto 200 MONGES. Es la máxima expresión de un proyecto en ininterrumpido desarrollo que es en sí mismo un aprendizaje vital.
El tempranillo, la garnacha y el graciano construyen este vino desde el viñedo. La frescura, la estructura y la acidez que aportan las uvas van a contribuir a que su crianza en barrica y su largo reposo en botella le aporten longevidad, elegancia, complejidad y un estilo propio inconfundible.
En los calados de Vinícola Real el tiempo no se detiene, pero pasa más despacio. Es el delicado tiempo de guarda. Nuestros GRANDES RESERVAS crecen y evolucionan durante años para mostrarse complejos y elegantes. Siguen su propio flujo de sucesos que les aporta personalidad y estilo hasta que llega el momento de descorchar y compartirlos.