Confesor no sale al mercado todos los años, solo cuando la añada tiene algo mágico que contarnos. Entonces se vendimia, se elabora directamente en barricas, se cría en roble francés nuevo y duerme en botella mientras el tiempo lo acuna, lo esculpe, lo doma, lo hace sutil, …y nos lo devuelve excelente.
“Rojo cereza oscuro intenso con fruta igualmente intensa y muy madura, cerezas negras, ciruelas confitadas, bayas silvestres guisadas y notas de café y chocolate en nariz. En boca es potente, amplio y carnoso, con taninos robustos pero amables, sabrosas notas tostadas, suave café tostado y un final largo y complejo”.