Se vendimió primero la viura en cajas de 10 kilos, realizando una doble selección de racimos, primero en la misma viña y luego en bodega.
Tras estrujar la uva, la pasta pasó a la prensa con atmósfera inerte, donde permaneció 24 horas macerando.
Tras ese tiempo, se sangró el mosto flor sin prensar a un depósito de acero inoxidable, donde se desfangó con frío. Se trasegó el mosto limpio a otro depósito donde se le añadió la garnacha tinta entera sin despalillar.
La fermentación se realizó de manera espontánea, con levaduras indígenas. Durante 10 días fermentó en inox a temperatura controlada de 15 grados, y posteriormente se sangró el vino yema, pasando a barrica y permaneciendo en ellas durante 20 meses.